Cuando piensas en un Sistema para tu empresa, seguramente tienes en mente muchas funciones que necesitas para poder resolver tus dificultades diarias. En este punto, reside la principal característica de un Software a medida, ya que es una herramienta pensada y creada exclusivamente para tu negocio. No todas las empresas son iguales, aunque pertenezcan a un mismo rubro, ni tienen las mismas necesidades de reportes, integraciones o funciones. Sin ir más lejos, hay empresas que brindan créditos personales y otras que sólo trabajan con efectivo o tarjetas. En el primer caso, es necesario poder realizar una serie de verificaciones y seguimiento al cliente y la otra es una transacción que se realiza de forma casi automática.

Un Software enlatado está pensado con una mirada general y la empresa en la que se lo instale deberá adaptarse a él y no al revés. Todos los procesos o procedimientos particulares quedarán fuera.

Las actualizaciones que un sistema enlatado tiene disponible se refieren casi siempre a tecnologías y herramientas, pero no van sumando funciones propias de tu negocio, así, por ejemplo, si en tu empresa se crea una nueva unidad de negocio virtual, probablemente no este contemplada dentro del Software contratado, o si necesitas realizar una categorización nueva de productos que no contemplaste a la hora de elegir tu software.

Básicamente si tu negocio no tiene muchos cambios cotidianamente y los requerimientos técnicos son siempre los mismos un Software enlatado es tu mejor opción ya que probablemente sea más económico que uno a medida. Sin embargo, si tu empresa se encuentra en plena expansión o tiene muchas sucursales con fluctuaciones constantes nuestro mejor consejo es que inviertas en una herramienta a medida, que acompañara el crecimiento de tu negocio, y que en muy poco tiempo se amortizara.